Kaixo!

Mi nombre es Olivia Fernández y he tenido la oportunidad de trabajar en Sartu-Álava durante tres meses mediante una Beca de Transición al Mundo Laboral promovida desde la Universidad del País Vasco.

Llegue un 1 de octubre a la sede de la entidad en Portal del Rey desconcertada, sin saber muy bien que me iba a encontrar. Pero este miedo inicial se fue diluyendo a medida que fui conociendo la asociación y el equipo que la constituye. Desde el primer momento todas ellas me arroparon como una más y desde el principio me sentí muy cómoda trabajando. Solamente tengo buenas palabras para hablar de las trabajadoras que conforman Sartu ya que saben combinar la calidez humana con la profesionalidad y se nota que les apasiona su trabajo.

Tuve la suerte de llegar en momentos de cambio y pude ver todo el proceso de pasar de ser Centro de Acogida a Centro de Empleo, denominaciones distintas con connotaciones diferentes, pero que persiguen el mismo objetivo: acompañar a las personas. Este espacio, que es el punto de entrada a la asociación, no solo es un lugar donde la gente viene a preguntar, informarse o usar los ordenadores, sino que es un sitio en el que se aprende a escuchar y a entender a las personas porque aunque el hilo conductor que las traer a la asociación es el deseo de buscar trabajo o formación, cada una de ellas es diferente y a través de la escucha es cuando te das cuenta de que la formación o el trabajo son solo una parte del ingente trabajo que se hace en Sartu. Iratxe, Inma, Maries o Miren son algunas de las increíbles profesionales que están en este espacio y que hacen que te sientas acogido desde el primer momento.

También estoy muy agradecida de que Mariel me diera la oportunidad de participar en el proyecto Anderegune, un grupo formado por mujeres increíbles y con trayectorias vitales muy diversas que me han acompañado en mi proceso de aprendizaje. En este espacio creado por y para mujeres he podido compartir, aprender y reír con personas increíbles que me han ayudado a poner en valor las pequeñas cosas de la vida. Aunque es un lugar que requiere de la participación de todas, Mariel es la persona que hace que cobre un sentido especial. No solo es la profesional que organiza el Anderegune desde el inicio hasta el final (con todo el trabajo que conlleva), sino que su dedicación y cariño a la hora de realizar todas las actividades hace que sea un espacio de seguridad en el que como mujeres podamos expresarnos sin miedo.

Otra área de la que pude disfrutar al final de mi proceso de aprendizaje fue Batekin, la Agencia de Voluntariado de Álava. Mano a mano con Zulaima tuve la oportunidad de ver el trabajo que hay detrás de la gestión de voluntariado y la importancia del mismo para la promoción de la cohesión social. Con ella vi lo que suponía organizar unas jornadas o presentar informes de evaluación. A día de hoy me sigo preguntando como le da tiempo a hacer todo lo que hace, pero lo que me demostró es que ama su trabajo porque cree en el voluntariado como un eje motor de la sociedad.

Además de los espacios mencionados anteriormente, en estos 3 meses también he podido conocer a Irati, Amparo, Ira, Arantxa, Alfredo, Juan Mari, Gustavo y otras muchas personas más que desde su quehacer profesional y humanidad me han acompañado en esta experiencia. En resumen, solo tengo buenas palabras para hablar de Sartu y deseo de todo corazón que el equipo siga creciendo y promoviendo un modelo de trabajo que para mi ha sido referente.

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